De entre humedades que habita el cielo
Sabia de suero sales de espuma
Quiere y agota labrado suelo
Del heredero que tanto abruma
Alma que duelo nunca esperaba
Consuelo y risa que paga fuego
Que brota suave que llama ardiente
Contesta el hombre que nunca ha sido.
Y sabe ahora que yerba crece
Que aprende risa. Que agota el miedo.