y quise que la vida fuese lo que tu dabas
y no querías
y quise tocar, quise apretar
y quise que todo fuera cuanto quisieras
y quise pensar que decías cuanto querías
miré aquel horizonte que me pintabas
miré la esquina oscura que regalabas
miré cuanto en la vida hay que quisiera
miré cuanto en el mundo tu tanto odiabas
miré cuanto en la vida tu regalaste
miré cuanto en la vida yo añoraba
amaneció y el mundo seguía el mismo
la noche no quiso tanto que yo quisiera
mañana será otro día que sentiré el mismo
mañana será otra vida que tu alegrabas
mañana será la caja que a mi me entierre
mañana serña la cena de tus entrañas
y no sabes que el vino que a mi me sabe
hace vinagre la vid de tus amigos
y no sabes que el azúcar que me imagino
endulza el nido estúpido que tu preparas
y quise que la vida supiera a vino
y quise que la cerveza sonase en clave
¡luna de agosto, madre, que nunca supe!
¡sol de esa primavera que nunca alcance!
bajen, rompan las sombras, traigan la vida
que quise que mis caricias nunca se amarguen...
y quise que aquella luz
y quise sembrar la tierra
y quise todo alumbre
y quise dorar tu yerba
y quise... que nunca supe
y quise... que no me mientas
y quise... tanto te quise
y quise... que el hombre yerra
y quise... y tu no querías
y quise... que me doliera
y quise que me costase
y quise que me valiera
y quise que me adorases
y quise que me adorases,
y quise que me valiera
y quise, la vida fuese
aquello que regalabas
que caro a mi me cobrabas
que el precio a tanto fuera
que fijo a mi me cobrases
lo que a tantos regalases
que nunca el vino amargases
de aquellos que no supieran
cuanto vino
cuanto mundo
cuanto en la vida esperase
y quise mañana
¡digo!
que mañana un día llegase
el día que el hombre espera