Todos vamos a recordar el día en que Woody Allen rodó en la república bananera de Catalunya. Eso no es España, señor Allen, señores del mundo, eso no es España. Por favor, compréndanlo.
Eso es una pantomima de lo que debería ser un gobierno que se preocupe por sus ciudadanos, por el bienestar y el bien común. No es un gobierno democrático. Comprendan que alguna vez ha gobernado un tonto en cualquier lugar dejándolo a la altura del betún.
Woody Allen no volverá a rodar en España por culpa de las presiones de los gobiernos fascistas de Cataluña y Barcelona que tendría gracia comparar con Springfield en Los Simpson ciando van a rodar la peli aquella de Fision Boy... Pero es que esto es real, carajo. Y ocurre, como siempre, que pagamos todos el plato roto de un par de gilipollas.
Sí.
