Web Analytics

Sólo me quedas tú.


Querido fantasma

Tú que nunca has sido real. Tú que fuiste todo para mí. Tú que eres mi único recuerdo y mi mayor pesar. Tú que no eres nada y has sido todo. Tú, por favor, deja de venir. No te aparezcas.

Hoy me he dado cuenta de que eres la mayor parte de mi angustia vital después de mi miedo a la muerte. No aparezcas, querido fantasma, aléjate. No vengas. Ya no te quiero. Te odio.

Estoy como nunca he estado en los últimos diez años. Soy lo que nunca he sido, nunca me había sentido tan fuerte desde que supe de tí, desde que empezaste a comer de mis fuerzas y a gastar mi alma. Te reiste durante años de mi enfermedad... Sí, mi enfermedad, al parecer no era "un pirado" eso que veías o eso que no querías ver.

Ahora sueño casi cada noche y casi ninguna vez apareces tú. No me siento bien pero no me siento mal y vuelvo a reirme como antes, como nunca. No, no hice nada de lo que prometí, ni vengarme se, ya ves. Y bien que pude, sabiendo todos tus nombres y tus secretos, tonto de mí.

Se que tu voluntad es veleidosa. Se que harás lo que la brisa de tu seso te ordene. Se que en vano plego como antes en vano lloraba por verte. Se que todo cuanto hice y pedí, cuenta por tant pocos cominos como todo cuanto escriba y haga... Se que de nada sirve, de nada valgo, nada pude y nada podré. Nunca hubo nada por lo que pedir ya que nada pusiste de tu parte. Lo se y aún te lo pido.

No puedo, y es muy superior a mí en muchos modos, evitar comprobar el correo cada mañana, sin esperanza ya, para mí es la mecánica de una vida que fue y que, como el manco, sigo rascando y me sigue doliendo por simpatía del miembro perdido.

Querido fantasma de mi brazo que se que no está, que se que nunca volverá, por favor, no vengas. No piques, no preguntes, no busques, no te necesito lejos ni cerca. No me haces falta, me molestas. Tu presencia me hace temblar como siempre pero ahora de rabia, de no saber, de no querer, de odiar, de temer la reacción. ¿No podrías irte de mí como siempre pero por siempre? Hazlo por tí ya que me odias tanto como para seguirme.

Muere, por favor, vete, cae y no te levantes. Ten cáncer. Desaparece de mi vida por fin. No soy feliz y nunca lo seré, pero tu tortura de cada día no me es llevadera, no se dejarte. Mi cuerpo no puede, no quiere.

Y cada pasar es un tormento y cada verte venir un qué pasará, un qué querrá. La angustia física es la misma cada día como ayer, como hace años, como hoy al ver tu imagen.

No se cómo te lo pedí que nunca surtió efecto. Por Dios te lo pido, muere. Muerete, mi vida, haz que no sufra, muere pronto por favor, desaparece.

Vida mía, hazme caso por una vez, no me mientas por una vez.

Te confieso que no me queda nada tuyo, sólo tú.

Querido fantasma, desaparece, no eres mío, no para mí, no estás en mi mundo como nunca has estado. Por favor, no te aparezcas esta semana y, de venir a verme, que sea la última.

Nunca lo quise pero no tengo más remedio.