Una obsesión del tate es esa de saber qué es lo último que vio... Al morir. Da igual, decía un personaje de una serie o una peli que he visto últimamente, que hable contigo porque en realidad se que no existes. Se lo decía a una moribunda.
Poco importa con quién hables y a quién has conocido cuando todos somos piedras andando, tierra, fango. Todos somos polvo de estrellas, gas, pura energía en mayor o menor orden. El más mínimo descuido nos puede matar. Un tropiezo, un golpe de mala manera no se donde y te mata un coágulo en el cerebro, un paro cardiaco o una infección en una herida de un pie que son lo más tonto del mundo pero con estar tan lejos del cuerpo son muy dificiles de detener. La cangrena hace el resto.
Y en eso pienso todo el día salvo cuando estoy distraido pensando qué carajo hacemos aquí, por qué tengo consciencia del mundo, qué hay más allá del universo creado por el Big Bang o qué carajo había antes... ¿y alrededor del big bang?...
Una conversación con un chaval del que, no se por qué, siempre acabo hablando de estas cosas, siempre está convencido de que hay universo porque lo podemos ver. La verdad que lleva algo de razón, existe el mundo porque lo siento y en cuanto me muera, en cuanto a este leve equilibrio que provocan unas decenas de células en mi corazón y que me mantiene vivo le de por apagarse o averiarse de algún modo, después de sentir el terrible, temible, horrible y último miedo de fundirme otra vez con las tinieblas de las que tomé recuerdos y consciencia... De perder memoria e imaginación, de pasar de ser a no haber sido... Todo dejará de existir y de haber existido y no habré conocido dolor ni placer ni habrá cielo ni infierno. Todo será no ser y la nada. Al mirarla a los ojos dejaré de ser y será ella.
En tiempos se decía que la última imagen vista por el vivo se quedaba grabada en su pupila. No es así, lógicamente. Nunca he visto a nadie morirse ni he querido ver muertos de cerca. No quiero tratos con ella, seré misógino o, símplemente, higiénico...
Pues es una cosa que no puedo evitar, el pensar qué es lo último que vió y me imagino la situación. En una película que se llama Sangre Fácil [imdb], los hermanos coen
pintan a un tipo que se está muriendo tirado en el cuarto de baño. Me hizo mucha gracia porque mientras se moría miraba al techo y le tuvieron en plano agonizando un ratillo y me entró la necedad que no necsidad de siempre de pensar qué estará viendo cuando cambian de plano y... ¡Pumba!... Enseñan el lavabo desde abajo y un trozo del techo por unos segundos... Vuelta al plano de antes, el tío aparta la vista y chasquea la lengua...
En la foto de arriba está lo que quedó grabado en la pupila de un fotógrafo en la segunda guerra mundial haciendo una estampa de la bomba que le mató.
http://www.flickr.com/photos/18532986@N07/3042202087/
