Vuelve uno los fines de semana al pueblo y va de bares con los colegas. Cerveza aquí, cerveza allá.
El pavo más chulo del instituto, una de las promesas del equipo local de fúbol (si, se escribe como se dice, sin 't'), a quien aun nombran algunos entrenadores de equipos universitarios como una especie de promesa y se les tiene que explicar que ahora gasta más barriga que yo y me pone Paulaner Rubia en unas copas muy chulas.
Da que pensar, un tipo que, no atendería a mí por la calle aunque fuese vertiendo oro por las orejas. Un chulo de aquellos trabaos del instituto.
¡Qué cosas!
Ayer estuve hablando con A... que ahora es camarera. A... tenía muy mala fama cuando estaba en el instituto y no voy a citar por qué, pero así eran las cosas. A... Salía con J... que iba conmigo a clase. J... era tonto del culo, a pesar de ser gracioso, era bastante gilipollas, tiranding a mucho. A... era, y sigue siendo, una mujer hermosísima. Pequeñina, con el pelo oscuro, brillante y liso cayendole a ambos lados de la cara y el medio flequillo cruzándole la frente. Tiene los ojos claros y con forma rasgada que al sonreir afilando los pómulos, se doblan hacia abajo. Hoyuelos en las mejillas... Y toda esa ropa "tan prieta como los pernos de un submarino", que diría aquel. Sería cortesía de camarera o lo que sea. Pero de fijo que fuimos siempre de un círculo distinto de la Orden del Emperador. De fijo que no tengo dinero para pagar un centímetro de su piel y es que, no nos engañemos, siempre hay un precio.
No es por insultar ni nada parecido, es por ya el saber de una vida. Mañana cumplo años. Se lo que me digo. He visto mujeres mentir y tomar el pelo, quizá no en suficiente número pero las suficientes veces. He visto mujeres decir H a X y razonar B a Y. Mujeres que niegan visita de pretendiente por decir que no es parte de los conocidos de su familia y luego ponen anuncios por internet.
Mujeres a las que no les gusta hablar que luego dicen que les cae mal la gente que habla poco. Mujeres que no beben pero beben.
Mujeres veneno que son buenas.
Quizá todo el mundo es falso o curioso. Recuerdo ahora una conversación que tuve hará como dos sábados: Volvió el tema. Alguno, más bien alguna, se quedó intrigada pensando qué habría hecho yo por una mujer. Me sacaron otra vez la cosa y contesté que no estaba bastante bebido y que no creo que fuese a hablar ni con esas.
¿Mataste a alguien? ¡Ojalá! Calla, qué podrá ser peor que matar a alguien... Pues... dije yo... Matarse a uno mismo. Pues o matas muy mal porque sigues vivo... Risas...
Insisían. No voy a decir nada. ¿Por qué? Pues porque no soy tan hipócrita. Si me quejo me quejo para mí, tengo lo que me busqué. No voy a ir a la policía a quejarme como todas esas zorritas (si, ya lo digo así para ofender a la interfecta), que se buscan al más gilipollas y luego van a quejarse delante del juez.
Uno tiene lo que se buscó y es culpa de uno el haber elegido mal. Punto.
Para mí lo veo distinto, aunque con cierto matiz. Si desde el principio la gente fuese sincera y no se dedicase a jugar con la vida y los sentimientos de los demás no habría problema...
Quizá sea mi supina hipocresía o que, cosa rara, aun haya caballeros en el mundo aunque no sea yo uno de ellos.