Diario de abordo.
Tras los sucesos pasados y con los interesados notificados de mi decisión, al final no asistiré a la boda. Relataré lo sucedido para que conste y liberar mi penosa cabeza de la culpa que siente por todo lo que le sucede alrededor.
Después de que preparamos una despedida de soltero al novio, que él no quería, y comprometerme a ir a la misma, a pesar de mudarme esa semana a Madrid con el trajín que era ir, volver y volverme a ir en la misma semana. Asistí, fui, estuve. Hasta quedé con el casadero para ir en tren porque, si no, iba a ir él solo.
Fui. Bebí, cené lo que quise. Cansé y me volví a casa con otros dos, absurdamente temprano creo que a las tres, pero bien.
Al despertar al día siguiente, contento como siempre. Descubro en facebook, publicado un par de horas antes: el novio agradecía a sólo dos de los asistentes, y a un tercero (que no se sabe quién era), el haber estado con él en lo que llamaba "el peor día de su vida".
¿Qué hice? Pues una multi conversación de esas alternativa en wassap a la que teníamos donde sólo estaba quien debiera estar y no jabalís e intrusos y, mucho menos, el novio. Captura de pantalla y envío. Montada quedó.
Puse en duda si ir a la boda en visos de que alguien secundase la moción. Estuve enviando mensajes de ese estilo con respuestas variadas inclinandose a uno u otro sentido. Al final, una semana antes del evento, decidí no ir. No voy. Comuniqué. Decían que debería ir, que nos íbamos a reir mucho, etc. Resulta que estamos invitados a una boda y no sabemos dónde ni cuando. Es absurdo.
Quizá querrían ahorrarse los céntimos que cuestan las invitaciones o, símplemente, son gilipollas. Me parece que la correcta es la ulterior. De todos modos, hoy día, con la de tecnologías que hay y, conociendo a todo cristo, podían haberlo comunicado. Es mas, ni siquiera en la despedida nos dijo nada.
El martes de la pasada semana, wassap que confirme si voy. Encima me lo envía la novia... Vamos a pasarlo por alto... Rezaba el mensaje: "feliz año! necesito que me confirmes si vas a la boda". Clamaba mi respuesta: "No voy. lizaño!"
Esa semana, ya había más gente picada. Por las despedidas, por los desplantes, por no saber dónde ni cuándo y recordando lo pasado en los viajes y por qué este año no hubo al igual de por qué R... no volvió a ir desde hace varios.
Otro wassap a otro pavo y su señora: Ella no me contesta, contestame tú. Contesta él y dice: Cuenta con los dos, pero dime dónde ye que nun se nada. Responde con el dónde y el cuándo y el "si no te enteraste es cosa tuya". Él: Si molesto no voy. Ella: Allá tú. Vale. No contéis conmigo ni con mi señora.
Dos menos.
Incumplidos todos los protocolos que llevo escuchando desde que algo uso la razón, yo no debo nada a nadie. Si recibo papelín con mi nombre, pago plato y hasta más si voy al festival. Como no recibí nada, no hay compromiso y, simplemente: Que les den.
Ya casi no se atrevían a salir de casa por las "cosillas" de las vacaciones y mierdas varias. Nunca me negué a decirles, es mas, lo hacía, que el viernes estamos en... el sábado sal que viene hasta... Pero no salían, a pesar de que alguno de los implicados en sus "cosillas" era yo, sin sentido, sin buscármelo. Haciendome sentir culpable por algo que no hice. Pues ya. Se acabó.
Próximo evento: Callos en casa del E... en el cumpleaños de M..., su señora. Esos dos que no van porque molestan. Siempre nos invitan a todos. Veremos este año cómo caen los huesos y cómo se aparece por allí. Me gustaría que los recién casados vayan para poder soltar el "alguien ha matado a alguien" o, al menos, estar allí cuando otro lo diga. Puede ser glorioso.
¡Amacín! ¡Amacín!
