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El resumen de una novela

La novela la cuenta un amigo del amigo que conoce al primo del colega de la hermana del vecino que da de comer al gato de la madre de la cuñada de la que fue la abuela del protagonista.

No la recuerdo bien. El chaval de la peli, tras unas cuantas malas jugadas laborales, acabó en paro y haciendo la vida del puerco entre Madrid y un villorrio de provincias. Iba y venía entre desesperadas entrevistas por ver si volvía a trabajar acá o acullá.

El chon leyó en un extraño foro algo sobre una organización gubernamental en la que pedían analistas. La organización es de esas discretas en las que nadie tiene nombre y, lo último a enseñar es el carné. Al parecer, con título universitario se obtiene cierto rango y el sueldo deja de ser el del analista ese qu3 dicen.

Los analistas echan la vida leyendo documentos de mierda y remarcando o resumiendo a los superiores lo que cojones creen leer entre líneas. Es un trabajo como otro cualquiera. No deseado pero pagan fos mil lereles casi y eres funcionario. Además, sin tapaderas.

La organización estudia el perfil, espia al pavo y, si conviene, contactan y entrevistan. La entrevista, el contacto, fueron arcanos como la física cuántica y hasta de física cuántica se habló. Teorías políticas, cultura general. Acabó, de aquella manera que ni en películas se ve. Acabó con un vamos por aquí, que tengo el coche ahí. Sabe dios. El nudo estomacal del mocín de la peli fu3 de congoja y el a saber dónde me meto.

Todo lo oscuro que fue hasta ese punto todo, era ya un agujero negro que podía terminar tan mal como perder la vida por pensar que el curro mas aburrido del mundo oudiera contribuir algo al país y que te mate un señor cincuentón.

Al llegar al coche, el comentario y la risa floja nerviosa de que era el coche aquel igual que el del padre del nota. Lo se, respondió el coronel, no queríamos que pasase nada a un civic como el tuyo pero fijo que este lo sabes conducir. Toma.

Cogió las llaves el hombre de negro medio temblando. Entraron. Vamos a... ¿ sabes ir?. Si, vamos...

Medio camino, el coronel, dijo, al llegar a la rotonda de ... que quería hacer un atasco. Dijo: esto es una prueba que tienes que pasar, son órdenes, hay que atascar esta rotonda.

¿cómo organizas un atasco?

La velocidad de reacción. Recordar de pronto que no querrían que pasase nada a un civic y la capacidad de improvisar una reacción hicieron que,  al entrar en la rotonda esperase un par de segundos y acelerase contra el primero en pasar delate. El primero. Ni dios ni amo. Da igual lo que venga. La pendencia seguida con mi coronel repitiendo incansablemente que conducía él y diciendo a viva voz algo como vete a tomar una manzanilla mientras arqueaba las cejas con un gesto que sujería más "desaparece" es inenarrable.

Dió, pues, nuestro protagonista, con sus huesos en un muy acelerado proceso de selección para la consultora informática multinacional A... En poco más de dos semanas pasó entrevistas técnicas y demás, compromiso de contrato, pasaporte, certificado de penales y amaneció un viernes en Riga, capital de Letonia, vigilando y haciendo amigos con un independentista catalán que, más que por trabajo, estaba en A... y Riga, por hacer contactos.

Sorpresivamente, tras un mes sin mas tarea que la doctrina en Java a los novatos, lo destinan a Helsinki donde, oh casualidades de esta vida, en otro proyecto, en otro cliente, estaba el nacionalista en cuestión.

Reveses de producción. Desacuerdos de empresa y gobierno, acaba en Dublín sin más tarea que la de la propia producción. Oh tempora, oh mores! En menos de un nes acaba en A... viciendo como vivía, cobrando dos sueldos y en larvario estado de espera hasta que una forma de mensaje le dice, literalmente: hay un piso en L... coge el trabajo que sea pero te vas al P... V... hay un asuntos internos de la E... al que tenemos que conocer.

Conocido. Mujeriego. Divorciado desencantado de la vida, se sabe que no hace por mal de otros mas que por mal suyo, reportado el informe y con movimiento de tropas a otras latitudes, don fulano de tal, busca dos destinos preferentes: cerca de tal o cual mafia en el sur o a conocer a policías rebeldes en el este del país. Mañana tiene entrevista para mudarse a M... mientras espera una oferta de una empresa en G... y otra en B...

Que lo negocien bien.

Yo no dije nada. Pero todo encaja, como un puzzle universal.

Sólo falta que coincidan los abuelos como en una novela de Dickens.

Pero todo esto lo digo porque un amigo del sobrino de la hermana... del teniente al que se le cuadran coroneles de la guardia civil aunque entre de paisano, con camiseta y no le salga de los cojones responder al saludo.