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Allá por julio del 78 del siglo pasado se debatía en las cortes sobre la redacción  de la Constitución española, carta fundacional del Reino de España que crearía un nuevo país para el mundo y todos los españoles que estaban en él mas todos los por venir ya que, como es hasta normal en estas latitudes, quien nace de alguien de un país, es del país.
Allá EE, que fue lo que el partido socialista hizo en alianza con los nacionalistas vascos que se llamaban de izauierdas... Ojo que no mojamos aquí en las mierdas que hace e hizo el PSOE... Ojo... que uno vive en Galicia donde el nacionalismo lo inventó el PP o AP o como quiera que se llamase entonces o ahora esa puta mafia de ladrones que se refundan por solo acogerse a amnistías de esas que hacemos por dejarnos robar... y tal...

Pues EE, propuso que hubiera una clausula, un artículo o algo en la constitución que permitiese la autodeterminación de las partes del todo que llevaba teniendo una y toda historia común por mas de dos mil años.

Esa historia de la que tanto alardean por ahí los fascistas catalanes es la misma, el mismo libro del mismo autor  en que se describen los habitantes de lo que, entonces, Estrabón llamó Hiberia. La primera referencia escrita que es lo que llamamos historia los que sabemos que la historia empieza cuando se escribe aunque los "historiadores" refieran que los hombres del tal o cual sitio pudieran volar, es historia. Es escrito. Es historia. Por supuesto que se puede y debe contrastar antes de creersela porque si creemos todo lo escrito, hay un Spiderman y un Indiana Jones.

Pues bien, volvemos al debate y posterior votación. El partido socialista del País Vasco que era entonces EE, propuso tal disolución sin saber ni temer que les iban a curtir a bombas desde el día en que descartaron el racismo como causa de ser de la segregación. Habría que ver ahora qué cojones opinan quienes asesinaban a los miembros del PSE por apellido cuando tan amigos son de los fascistas catalanes que llaman y quieren tener la misma notita de que tal o cual no me vale poraue tenga este apellido y no menee la banderita del colaboracionismo como el Rufián. Rufián ese que, al que tanto llamaron judío que es el más ferviente católico del mundo o lo que carajo se llame al negacionista de turno. Negacionismo que no me canso de insistir que está prohibido en más de media Europa si es que Europa merece el nombre la casa de putas e iletrados que gobiernan el continente. No nos olvidamos ni perdonamos que sancionan a Polonia por du derrota nacionalista y bloquean la entrada de Turquía en el club por tan solo usar la mismita filosofía que los catalufos, vasquivanos y demás mierdas nazis que hoyan esta tierra usan a diario insultando a discreción a todo el que se muevaa defender la razón, el humanismo, la ciencia, la historia y todo lo que imploque pensar con cierta criticidad. Tan romántico parece ser por europa un fascista catalán como Rosa Parks. A lo que se ve, para Europa, el racismo es, hoy día, una ideología a proteger tres cuartos de siglo largos después de aquello de Hitler y menos de veinte años de aquello del Adriático.

Así estamos.

Discuten, decía, votan. Las actas del parlamento se pueden comorar. Son caruelas pero se puede. A una mala, con google books se consultan de gratis un par de páginas. También la magia de las hemerotecas digitales sirven las citas a buscar en google books.

Así que, el 21 de 1978 ningún partido nacionalista salvo el Euskadiko Eskerra, o como cojones se escriba, quería la autodeterminación de nadie y, por las actas y las citas, todos eran partidarios de la mejor e histórica convivencia de todos los españoles.

La candidez de nuestra constitución permite que sus lloros lleguen boy al congreso que administra los caudales de todos y seamos becerralmente gobernados al mas puro estilo lobista imponiendo la dictadura de la minoría sobre sus creencias medievales y su circo ilotista.

https://elpais.com/diario/1978/07/22/espana/269906429_850215.html