s. Forma de escritura, mezcla entre español y gilipollas muy extendida entre gentes de toda variedad y condición y que, a pesar de esto, se espera que nunca llegue a ser una regla, pese a que la estupidez mundial invita a pensar que sí lo será.
Se distinguen dos variedades, la forma estúpida y la estúpidamente culta.
Del origen de la forma estúpida, se cree que haya sido espontáneo producido por la torpeza común o por la necesidad de abreviar mensajes y formas en la escritura. Se pueden encontrar palabras como: "aki", "aber", "cualkier", "escrivir", siendo esta última una de las pruebas irrefutables de que ha sido la estupidez y no el carácter ahorrativo del lenguaje una de las causas de la aparición del giliñol.
La forma estúpidamente culta ha sido generada tras largos pesares de personas humanas (habría que atender antes a esta definición) que, tras ver que algo faltaba por inventar en el lenguaje o ver lugar a que su puja por introducir cambios les den cierta propaganda y dinamismo social, han forzado poco a poco la entrada de nuevas expresiones en el castellano común que son ahora prácticamente aceptadas como lengua corriente incluso en ámbitos periodísticos donde, se supone, debiera de saber realizar la comunicación responsablemente y con corrección.
La forma estúpidamente culta, ha dado a la lengua expresiones como "los asturianos y las asturianas", "los vascos y las vascas", "todos y todas", "el trabajador o la trabajadora"... Expresiones totalmente innecesarias ya que en el lenguaje natural el plural mayestático siempre ha nombrado a ambos géneros juntos sin mayor problema. Y muy pronto, para nivelar y crear los rasos necesarios, podremos ver otros vocablos como: "actrizo", "meretrizo", "yeguo", "aguo", "salo", etc.
El lenguaje natural es espontáneo, no perjudicial, no ofensivo, no machista, no feminista... Ni sesgado, ni intolerante y, en absoluto, gilipollas.
Los creadores del giliñol estúpidamente culto, tienen siempre cierta inclinación a poseer la verdad absoluta, ver el mundo con un sesgo distinto e independiente al que también podríamos, ya puestos, llamar autoridacta. Nadie les puede llevar la contraria por muy razonadamente que sea ya que entonces pasará a formar parte de los españoles de pura cepa fascista.
Se define, por tanto, a los promotores y defensores del giliñol que atacan al español o castellano que también puede decirse, como giliñoles o gilipollas, que también debe decirse.
Ref: Julio Dominguez
Ref: Almendrón