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'Un futuro por decidir', la carta íntegra de Ibarrecho
Hace ahora un año ETA no había roto formalmente el alto el fuego permanente, pero cometió un brutal atentado en el que murieron Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio. Eran dos personas que se preparaban para celebrar la Navidad como todos los demás. Un año después ETA ya había roto la tregua indefinida, a pesar de que la propia Batasuna le había pedido públicamente que no lo hiciera. Y quien en su nombre le pidió que no lo hiciera, Arnaldo Otegi, está hoy en prisión. Otro atentado brutal ha segado la vida de Raúl Centeno y Fernando Trapero, dos guardias civiles que también se preparaban para recibir el año Nuevo. Familias rotas, dolor, sufrimiento ante la muerte y el asesinato irracional.
Toda esta violencia nos devuelve al pasado. Amenazas, extorsiones, ilegalización de fuerzas políticas, sentencias judiciales que de jurídicas tienen poco y de impulso político tienen mucho, dispersión de presos, muerte de sus familiares en accidentes cuando van a visitarlos a las cárceles. Negación del diálogo como fórmula para resolver los problemas? Nuevamente la espiral sin fin.
Yo me niego a aceptar una vuelta atrás, una vuelta a un pasado sin ilusión y sin salida. Cada uno tendrá que encarar el próximo año como estime más oportuno. Mi compromiso es que el 24 de diciembre de 2008 podamos hablar de un futuro diferente. Un futuro en el que la violencia haya sido desterrada para siempre, un futuro en el que los partidos políticos hayan recibido un mandato para sentarse a dialogar y alcanzar un acuerdo, un futuro en el que la sociedad vasca sea protagonista de su propio destino. Un futuro de participación democrática de todos y todas. Un futuro para decidir.
"Hace ahora un año ETA no había roto formalmente el alto el fuego permanente, pero cometió un brutal atentado en el que murieron Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio. Eran dos personas que se preparaban para celebrar la Navidad como todos los demás. Un año después ETA ya había roto la tregua indefinida, a pesar de que la propia Batasuna le había pedido públicamente que no lo hiciera. Y quien en su nombre le pidió que no lo hiciera, Arnaldo Otegi, está hoy en prisión. Otro atentado brutal ha segado la vida de Raúl Centeno y Fernando Trapero, dos guardias civiles que también se preparaban para recibir el año Nuevo. Familias rotas, dolor, sufrimiento ante la muerte y el asesinato irracional.
Toda esta violencia nos devuelve al pasado. Amenazas, extorsiones, ilegalización de fuerzas políticas, sentencias judiciales que de jurídicas tienen poco y de impulso político tienen mucho, dispersión de presos, muerte de sus familiares en accidentes cuando van a visitarlos a las cárceles. Negación del diálogo como fórmula para resolver los problemas? Nuevamente la espiral sin fin.
Yo me niego a aceptar una vuelta atrás, una vuelta a un pasado sin ilusión y sin salida. Cada uno tendrá que encarar el próximo año como estime más oportuno. Mi compromiso es que el 24 de diciembre de 2008 podamos hablar de un futuro diferente. Un futuro en el que la violencia haya sido desterrada para siempre, un futuro en el que los partidos políticos hayan recibido un mandato para sentarse a dialogar y alcanzar un acuerdo, un futuro en el que la sociedad vasca sea protagonista de su propio destino. Un futuro de participación democrática de todos y todas. Un futuro para decidir.
Si tal hiciera, si tal existiera, no sería más que un hijo de la gran puta. Pero no existe.