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Redes sociales

Es muy particular. No suelo pisar las redes sociales. Eso sí, acepto todas las invitaciones aunque luego no vuelva.

Me he metido en facebook ahora unos minutos para que dejasen de llegarme correos. Aunque los tengo cuidadosamente filtrados y clasificados, los hay que son reventones, como poco. 

Total que, ya que estoy, y es una cosa curiosa que me acabo de dar cuenta: la gente fea aparece más feliz. No es que yo lo diga. Es que se ve. Siempre hay cienmil fotos de todo el mundo, la gente no tiene vergüenza en enseñarse de cualquier manera. Empiezas a tirar de amigos de amigos y salir por cualquier rama... Quizá acabes mirando el perfil de un ruso como acabo de hacer yo ahora.

Ocurre eso, quien no tiene una foto de un escudo de fubol o un dibujo manga tiene una foto suya con su novia a solateras... Estas son las fotos que llaman la atención.

He visto la foto de una pareja de dos en una especie de paraiso tropical pero con una cara de cansancio o de sopor... O de arrepentimiento de haberse llegado tan lejos para esa puta mierda de foto. Los dos tan guapos, sobre todo ella, pero tristes. Sin embargo, en la misma lista de amigos había una mocina, sóla ella en lo que parecía ser la playa del espigón. Probablemente habría ido con quien llevase la cámara o se lo pidió a uno que pasaba por allí, pero estaba resplandeciente, con el pelo corto y feo, con papada, cejas gordas, la sonrisa torcida y gafotas rojas que reflejaban el sol. Con un pantalón para tapar las piernas feas y regordetas, pero haciendo un brindis con un bote de cocacola con un humor que no cabría en la luna...

Y la foto se repite. Siempre sale la guapeta que deja caer los párpados para parecer una actriz porno de tres al cuarto. El mamón que se hace la foto en el báter apretando los abdominales y que siempre me hace pensar que estaba tirándose pedos... Chulitas, chulitos, gente más falsa que la moneda. Siempre los mismos, fotocopias de sí que nunca hay para nadie. Cebos de pesca, expositores de mercado. Es un mercado, un tira y afloja a ver qué se engancha. No compro, señores.

Me quedo con mis feos contentos, de ojos abiertos, sinceros, alegres. Me quedo en este mundo mediocre del que nunca saldré. Me quedo con fotos desencajadas abrazando al gato, apretándose a la puerta de un bar, amaneciendo a contra luz en la playa, despeinados a sotavento... Me quedo con el cubo de playa tapando la cabeza y las carnes redondas contentas de vino.

Me quedo con una foto de un día y pueden cerrar facebook entero. 

Hay una circunstancia curiosa y es que a los hombres nos gustan las tetas. A ver si explico bien el simil. A los hombres nos gustan las tetas y, paseando por la playa, hay veces en que hay tetas para repartir y hasta el punto de no saber donde mirar, sobre todo alguien con tantos reparos como yo. Pero no es bastante, o es demasiado, o no es la forma de presentar. Así uno pasa por facebook y por internez y le llama mucho más lo erótico que lo pornográfico y no se fija en quien sale en la foto enseñando dientes por morderse un labio y entornar la mirada. Si no que, antes, busca dientes mostrados en grande, franca aunque fea sonrisa.

Sonreid, por favor, estoy mirando.

Feliz año si es que puede ser.